Alabanza pelearán contra el cordero y el cordero los vencerá

La Biblia nos enseña que en los últimos tiempos habrá una gran batalla espiritual entre el bien y el mal, y que la alabanza será un arma poderosa en manos de los creyentes. En Apocalipsis 17:14 leemos que "estos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles".

La alabanza es una forma de adoración que involucra cantar, tocar instrumentos y declarar la grandeza de Dios. Cuando alabamos a Dios, estamos reconociendo su soberanía, su amor y su poder en nuestras vidas. Pero también estamos declarando la guerra contra el enemigo de nuestras almas, quien busca distraernos, desanimarnos y hacernos caer en la tentación.

¿Qué verás en este artículo?

El papel de la alabanza en la batalla espiritual

La alabanza no es solo un acto de gratitud, sino también una estrategia de guerra espiritual. En 2 Crónicas 20:21-22 leemos sobre cómo el rey Josafat envió a los cantores del templo para que marcharan delante del ejército de Judá. Cuando comenzaron a cantar y alabar a Dios, los enemigos fueron confundidos y se destruyeron entre sí. De la misma manera, cuando nosotros alabamos a Dios en medio de las pruebas y dificultades, estamos abriendo la puerta para que Él intervenga y nos dé la victoria.

La alabanza también nos ayuda a mantener nuestros ojos puestos en Dios y en su poder, en lugar de en nuestras circunstancias. En Filipenses 4:6-7 se nos exhorta a "no preocuparnos por nada, sino en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, presentar nuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará nuestros corazones y nuestros pensamientos en Cristo Jesús". Alabando a Dios, estamos expresando nuestra confianza en Él y en su fidelidad para responder a nuestras necesidades.

La alabanza como respuesta a la obra de Dios en nuestras vidas

La alabanza también es una respuesta natural a la obra de Dios en nuestras vidas. Cuando reconocemos sus bendiciones y su provisión, no podemos evitar cantar su grandeza y su bondad. En Salmo 103:2-5 leemos: "Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todas tus iniquidades, y sana todas tus dolencias; rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de compasión; satisface tu boca de bien con cosas buenas, de manera que te rejuvenezcas como el águila".

La alabanza también nos une como comunidad de creyentes. En Colosenses 3:16 se nos llama a "enseñarnos y exhortarnos unos a otros con toda sabiduría, cantando salmos, himnos y canciones espirituales, con gratitud en nuestros corazones a Dios". Al adorar juntos, estamos fortaleciendo nuestra fe y animándonos mutuamente a perseverar en la lucha.

Conclusión y despedida

La alabanza es una herramienta poderosa en manos de los creyentes para enfrentar la batalla espiritual y mantener nuestra mirada puesta en Dios. Al alabar a Dios, estamos declarando su grandeza, su poder y su amor sobre nuestras vidas, y abriendo la puerta para que Él intervenga y nos dé la victoria. Que nuestra respuesta a su obra en nuestras vidas sea siempre un corazón lleno de alabanza y gratitud.

Recuerda siempre este versículo: Alabanza pelearán contra el cordero y el cordero los vencerá.

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