Faltas leves graves y muy graves estatuto de los trabajadores

El Estatuto de los Trabajadores establece las distintas faltas que un trabajador puede cometer en su puesto de trabajo. Estas faltas se clasifican en leves, graves y muy graves, y pueden tener consecuencias en la relación laboral entre el empleado y el empleador.

¿Qué verás en este artículo?

1. ¿Qué son las faltas leves, graves y muy graves?

Las faltas leves son aquellas que no tienen una gran importancia en el desarrollo del trabajo, y pueden ser corregidas con una advertencia verbal o escrita. Por ejemplo, llegar tarde de forma esporádica o no cumplir con algunas tareas menores.

Las faltas graves son aquellas que afectan al desarrollo del trabajo y a la convivencia en el lugar de trabajo. En este caso, el trabajador puede ser sancionado con una suspensión de empleo y sueldo de hasta 20 días. Algunos ejemplos de faltas graves pueden ser la indisciplina, el acoso laboral o la negligencia en el trabajo.

Por último, las faltas muy graves son aquellas que tienen una gran repercusión en la empresa o en la seguridad de los trabajadores. La sanción por estas faltas puede ser la extinción del contrato laboral. Algunos ejemplos pueden ser el fraude, el acoso sexual, el incumplimiento de medidas de seguridad o el abuso de autoridad.

2. ¿Cómo se aplican las sanciones por faltas leves, graves y muy graves?

El Estatuto de los Trabajadores establece que las sanciones por faltas leves deben ser proporcionales a la infracción cometida y no pueden implicar la reducción de la antigüedad del trabajador ni la pérdida de derechos adquiridos.

En el caso de las faltas graves y muy graves, el empleador debe abrir un expediente disciplinario para investigar los hechos y dar la oportunidad al trabajador de presentar alegaciones. Una vez finalizado el expediente, la empresa puede imponer la sanción correspondiente.

3. ¿Cómo afectan las faltas leves graves y muy graves al contrato laboral?

Las faltas leves no suelen tener consecuencias en el contrato laboral del trabajador, aunque pueden ser tenidas en cuenta en una evaluación de desempeño. Sin embargo, las faltas graves y muy graves pueden implicar la extinción del contrato laboral por parte de la empresa.

En caso de que la empresa decida despedir al trabajador por una falta grave o muy grave, este puede reclamar ante los tribunales laborales para impugnar el despido y demostrar que la sanción impuesta no es proporcional a la falta cometida.

4. Conclusiones

Las faltas leves, graves y muy graves establecidas en el Estatuto de los Trabajadores son una herramienta para garantizar el buen funcionamiento de las relaciones laborales y la convivencia en el lugar de trabajo. Es importante que tanto los empleadores como los trabajadores conozcan estas faltas y las sanciones correspondientes para evitar conflictos innecesarios.

Además, es fundamental que las sanciones por faltas graves y muy graves sean proporcionales a la infracción cometida y se respeten los derechos laborales de los trabajadores. En caso de que se produzca un despido por una falta grave o muy grave, el trabajador siempre puede recurrir a los tribunales laborales para defender sus derechos.

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